En los últimos años, se ha incrementado una búsqueda por parte de los consumidores de productos “ecológicos”, “respetuosos con el medio ambiente”, “orgánicos”, “bios”, etc., debido a que la sociedad está cada vez más concienciada con la necesidad de cuidar el entorno.
Actualmente no se trata de una tendencia sino de una filosofía de consumo: al producto se le pide, además de calidad y seguridad, también sostenibilidad.
En el cultivo del algodón convencional se suelen utilizar semillas genéticamente modificadas (GMO) para que la planta sea más resistente a los pesticidas o insectos. n organismo genéticamente modificado (GMO) se define como un tipo de organismo cuyo ADN ha sido alterado específicamente a través de la ingeniería genética. Esta disciplina se dedica a la manipulación genética mediante la utilización de una serie de técnicas que permiten manejar y modificar el material genético de múltiples formas: puede consistir en la supresión de cierto fragmento del genoma, su modificación, duplicación e incluso sustitución por un fragmento de otro organismo con la intención de dotarlo o privarlo de algún rasgo que pueda resultar de interés.
Frente a todos los problemas asociados al cultivo del algodón, una corriente ha entrado con fuerza, se trata del algodón orgánico. Un algodón que promueve formas alternativas de producción, más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y las personas.
La demanda global del algodón orgánico ha aumentado considerablemente debido a la concienciación de los consumidores, pero aun así, la producción de esta fibra supone menos del 1 % por lo que hay mucho potencial de mejora. Hay que tener en cuenta, que el proceso de cultivo, elaboración, manipulación de este tipo de algodón es más caro si lo comparamos con el del algodón convencional, y esto supone un incremento en su coste. Esto motiva, que sea necesario asegurar la procedencia del algodón. Para ello existen una serie de certificaciones centradas en la sostenibilidad del algodón.
¿Por qué es importante que el algodón orgánico esté certificado?
El algodón orgánico certificado por entidades independientes garantiza la trazabilidad del proceso de producción. La certificación GOTS (Global Organic Textile Standard) es una de las más estrictas para el algodón orgánico, esta norma indica que un producto textil con etiqueta GOTS “grado orgánico» debe contener como mínimo un 95% de fibras orgánicas certificadas mientras que aquellos con la etiqueta «hecho con material orgánico» deben contener no menos de 70% de fibras orgánicas certificadas.
Esta certificación engloba requisitos de producción de fibra orgánica, medioambientales, unos mínimos criterios sociales (trabajo digno) y ciertos parámetros técnicos de calidad.
¿Cómo podemos determinar la procedencia del algodón?
Para poder diferenciar entre un algodón “orgánico” y un algodón “genéticamente modificado”, se utiliza la técnica de PCR.
La técnica de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es una técnica relativamente simple y ampliamente utilizada en el campo de la biología molecular para amplificar y detectar secuencias de DNA y RNA. La PCR a tiempo real Incluye un marcaje fluorescente que permite la recopilación de datos a medida que la PCR avanza.
Soluciones que aporta AITEX
AITEX ofrece la posibilidad de realizar distintos tipos de ensayos para determinar la procedencia de cada tipo de algodón: test para la determinación de GMO, control de sustancias nocivas (pesticidas, colorantes…) y controles de calidad físico-mecánicos; así como la experiencia en el asesoramiento a las empresas respecto a las certificaciones.