Las coberturas alternativas
El lanzamiento de productos en un mercado tan competitivo y exigente como el médico no siempre es exitoso pese a tratarse de productos innovadores y funcionales. Ofrecer soluciones apropiadas a los problemas debe basarse en sólidos conocimientos, investigaciones robustas y el uso de recursos apropiados que resulten en productos viables y rentables, así como acorde a las expectativas de los consumidores.
La cobertura definitiva persigue cubrir ciertas características ideales:
Las técnicas de cultivo celular producen injertos autólogos
Desde el descubrimiento de que los queratinocitos epidérmicos podían cultivarse in vitro, en 1988 comenzaron a producirse injertos autólogos de estas células de la epidermis, resultando la primera cobertura definitiva descrita. Los cultivos celulares, se inician a partir de una pequeña biopsia de piel sana del propio paciente, sobre la que se realiza una disgregación mecánica acompañada de una digestión enzimática con la que se obtienen las células aisladas y que posteriormente se cultivan en determinadas condiciones y medios de cultivo que contienen diversas sustancias (ej. suero de ternero nonato, factores de crecimiento epidérmico, insulina, etc.), hasta obtener una lámina confluente de queratinocitos (lámina de epidermis estratificada). Resulta en una cobertura autóloga, pero es frágil, sensible a la infección y con un prendimiento irregular.
Los análogos dérmicos sirven como matrices extracelulares
Por otro lado, los primeros productos sintéticos para el reemplazo de piel introducidos en el mercado, son matrices formadas por materiales acelulares que favorecen la regeneración de la dermis.
Las primeras de estas coberturas alternativas inerte está formada por una capa superficial de silicona porosa que controla la pérdida de humedad y previene la contaminación bacteriana, sobre una capa interna de fibras de colágeno y condroitinsulfato que resulta en un material esponjoso que sirve como matriz para la regeneración dérmica desde el lecho de la herida.
Otras estrategias también describen un componente externo (epidérmico) y una capa dérmica en la que, además de la matriz de colágeno, se introducen fibroblastos autólogos y otras células. O la dermis humana acelular, procesada de forma aséptica a partir de piel humana cadavérica, para la remoción de las células de forma que se minimiza el rechazo inmunológico y que es comúnmente utilizado en cirugía oral, plástica y reconstructiva.
Por último, otras coberturas sintéticas recientemente desarrolladas y diseñadas como equivalentes dérmicos temporales, describen una capa externa de polímero de silicona, y una capa interna de malla de nylon, en la que durante el proceso de su elaboración, se cultivan fibroblastos humanos que depositan colágeno, proteínas extracelulares y factores de crecimiento. Sus indicaciones son la cobertura de zonas donantes de gran superficie, quemaduras superficiales y coberturas masivas en enfermedades cutáneas