Los prototipos realizados durante el 2022 han sido muy diversos, y aunque no lo parezca, al mismo tiempo, poseen elementos en común, ya que en sus distintas formas todas sus ideas son tangibles.

Los diseños no tienen que ser versiones primitivas de un producto final, ni pretenden etiquetar las posibilidades de una tecnología. Los bocetos sencillos o guiones gráficos utilizados para ilustrar una solución visual propuesta, prototipos en papel o digitales, e incluso la experimentación directa con el material, han servido para representar un servicio que ofrece una idea, y se pueden considerar también como prototipos. De hecho, no es necesario que los prototipos sean productos completos: es posible crear un prototipo partiendo de una solución, o que sencillamente la aportación sea la mejora de alguna parte de sus componentes (como el soporte textil donde se aloja un sensor a través de la modernización de una costura) para probar esa parte específica de la solución aportada.

Los prototipos pueden ser rápidos y sencillos, útiles para las pruebas y el aprendizaje en las primeras etapas, y también pueden estar completamente formados y detallados, generalmente para test o pruebas piloto cerca del final del proyecto.